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Chavales Campeón…Marañón dice adiós


El domingo 17 de diciembre se escribió otra gesta deportiva en el fútbol de Sabanagrande, Francisco Morazán y una vez más los lienzos de la historia detallaran en un pergamino dorado “Chavales Campeón”.


Hubo de todo, transmisión en vivo, murmullo de la gente, sonrisas, los que por primera vez van al campo durante todo el torneo y hablaron de fútbol, los que aprovechan la ocasión para tomarse la foto con los triunfadores, los vendedores que aprovechan el día para conseguir el pan de cada día, el niño emocionado que ilusiona muy pronto correr tras un balón, los desconsolados que quisieron estar allí pero no pudieron… así es ese deporte rey que emociona tanto, que muchas veces enajena la mente, ese que nos hace olvidar la crisis económica, los problemas sociales y políticos que vive el país, la pobreza, esa calamidad que hoy en día agobia a muchos hondureños.


Del encuentro futbolístico que decir, un primer tiempo entretenido y disputado allí donde circunda la circunferencia que divide las dos fronteras que todos quieren sobrepasar y concluir en una jugada apremiante que cause el delirio del gol, ese que Los Chavales aprovecharon en un error garrafal del portero de Marañón que tras dejar un tibio remate a merced de la delantera contraria, ante su marco desprotegido, diera paso a que se anotase el primero gol del partido.


Entre el ir y venir del balón, entre el toque y la lucha constante concluyeron los primeros minutos para darle paso a un segundo tiempo en el que El Marañón adelantó sus marcas y fue en busca del empate, ese que tras varios toques de balón el jugador Juan Carlos remató suave para poner el 1x1 que cambio la historia del partido. Los minutos después fue de asedio en la portería de Chavales que de no ser por el portero Brayan López que contuvo unas tres jugadas claras de gol todo hubiese cambiado.


Para colmo de males en una jugada ingenua el delantero más conocido como “El Chino” se hace expulsar y Chavales inicia sus contragolpes por la banda izquierda donde el jugador David Montoya alias “La Polla” hacía su mejor juego de ganar la banda, regatear y hacer el rezago para dejar en bandeja de plata a los delanteros de Chavales; así de la misma manera, fueron los dos goles que pusieron el marcador final de 3 x 1.

Del Marañón que comentar, deslucido, con una línea defensiva débil, sin un líbero, con un Carlos Pérez que se movía de un lado a otro sin encontrar compañía, con un Ivis Núñez que calentó la banca más de lo debido, ese que después de sellar la entrada el domingo anterior con dos golazos, por respeto debió salir de primero, a su entrada el equipo se vio con más ritmo y velocidad, ese que quizá pudo cambiar desde el inicio a un equipo lento, pausado, jugando al trote y al rebote corto.


Al final Los Chavales son claros merecedores del triunfo con marcador contundente de 3 x 1 durante los 90 minutos con lo que la revancha ya no es un sueño, es una realidad.


Marañón con la pérdida del campeonato se despide de la liga sin romper ese mito de ser el tricampeón de la zona.


PREMIACIÓN


Al final llegó la premiación. De un lado las caras de tristeza del club Marañón y del otro la alegría de los campeones que levantan la Copa, esa que todos quieren acariciar, el signo del sacrificio y la disciplina, la que todos se pelean por tenerla.

Allí hicimos una pausa para recordar las largas jornadas nuestras con aquellos que hace años eran unos niños y que corrían como locos detrás de una pelota por la tierra colorada del Toncontin ante mis gritos desesperados para que aprendan que el fútbol es de esfuerzo físico, técnico y táctico, de práctica constante, de respeto y humildad.


Recordé a David (polla) aquel niño trigueño, delgado, que con su canasto de alborotos se acercó en el parque para decirme que quería aprender a ser jugador, recordé a Brayan aquel pequeñín zurdo que lo hice debutar en el Independiente a los 14 años y nunca más fue suplente, recordé a Ivis Núñez el niño miedoso que aprendió que el fútbol es de hombres, recordé a Brayan el “guirro” que don Camilo Mejía me decía ese cipote será un porterazo, a Guillermo Flores verlo como campeón goleador.


A ellos y otros que junto a mi hijo Aníbal Josué hoy se deleitan a jugar el buen fútbol. Allí más atrás están otros que muy pronto los verán en esas jornadas de finales de fútbol, son formados para eso: ser campeones.


¡Felicidades Chavales¡

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