CUÁNTA FALTA HACE EL DOCTOR DEL PARQUE
- La Puerta al Sur.com
- 11 dic 2020
- 2 Min. de lectura
Así lo Dijo

Muchas veces escuché decir: "es que cobra muy caro".. "receta medicinas muy caras"... Quizá hoy muchos compartan conmigo cuánta falta hace el doctor del parque, si, ese hombre de bata blanca que solían tocarle su puerta a media noche en busca de atención médica.
Su rótulo de atención las 24 horas colgado en esa casona vieja ubicada frente al parque de Sabanagrande debió ser testigo mudo de cuántos enfermos entraron a "dishoras" de la noche encontrando una respuesta inmediata a su urgencia médica en esos momentos que no importa para un familiar desembolsar cualquier cantidad con tal de encontrar la respuesta a su demanda de salud.

Hoy, como casi todos los días que por ésta pademia nos ha tocado gozar del caminar nocturno por las casi solitarias calles de Sabanagrande, rememoramos al doctor del Parque.
Primero un amigo nos contó la visitudes que vivió para auxiliar a una niña de la comunidad de La Cañada que urgía esta noche de atención médica, me relató que era de escasos recursos económicos y que como pudieron lograron trasladarla a Tegucigalpa.
Luego, como a eso de las 10:00 P. M. una joven pareja que se conducía en una motocicleta nos abordó y me preguntaron si conocía algún centro médico donde pudieran atenderle.

Visitamos algunas de las clínicas que tienen esos grandes rótulos de ! ATENCIÓN LAS 24 HORAS! y mientras llamaba por teléfono en busca de alternativas, me dijeron "que venían del Obrajito, allá, cerca de El Cerro del Alto" ... Y el doctor del Parque no tiene abierto? me preguntaron.
Me relataron que su niña de unos 18 meses de edad, la misma que cargaba en brazos una joven que apenas distinguí a ver sus ojos a través de un casco de protección, no paraba de vomitar, que le pusieron las cuatro vacunas obligadas, esas que provocan en los niños ese llanto y dolor desesperado.
Entre el lamento y la impotencia de no encontrar respuesta alguna, ellos decidieron esta fría noche viajar a Tegucigalpa... en lo que pudimos ayudar lo hicimos y ellos agradecidos emprendieron el viaje, les deseamos suerte y sobretodo que Dios les acompañará en su camino.
Mientras se alejaban, entre el sonoro ruido que producen esas motocicletas de escape similar a una escopeta y la silueta de aquella madre con su bebé en brazos saliendo por el barrio El Tule , recordé aquel hombre de bata blanca sentado en su butaca en esa casona frente al parque, imagine esa luz encendida a media noche en espera de cualquier emergencia médica, esa misma que hoy muchos se encuentran con la sorpresa que esta apagada.
Cuánta falta hace el doctor Oseguera?.. Cuánta falta hace un vehículo disponible para la gente pobre que urge de una emergencia médica en medio de su pobreza?... Cuánta falta hace la apertura de una clínica nocturna médica?.. Cuánta falta hace de galenos que hagan alarde a ese juramento de vocación y servicio? ...Cuánta falta hace el doctor Oseguera y muchas cosas más?.


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