Adiós! al hombre precursor del comercio de la resina, otro amigo más que arrebata este cruel virus
- La Puerta al Sur.com
- 14 jun 2021
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Actualizado: 14 jun 2021

Hace unos momentos fueron sepultados los restos mortales de un reconocido y querido ciudadano nativo de la ciudad de Sabanagrande, Francisco Morazán, residente de siempre en la comunidad de San José de esta localidad.
Don Gustavo Solórzano, a sus 98 años hoy deja un enorme vació en sus, hijos esposa, familiares, amigos y de quiénes lo conocimos como un hombre campechano y servicial.
Él fue uno de los pioneros de la comercialización de Resina que por los años 50-60´ tuvo su auge en la ciudad de sabanagrande y luego se dedicó a muchos otros quehaceres propios de un ciudadano trabajador.
Don Gustavo era sinónimo de honradez y respeto, esa característica moral que hoy poco a poco se está perdiendo en nuestro diario vivir.
Es miembro de una generación de seres humanos que nos inculcaron con sus conversaciones y actitudes públicas que en la vida el mejor ejemplo que podemos dejar en esta tierra a nuestros seres queridos y a nuestra sociedad en general es el recuerdo de nuestro humanismo y solidaridad para con los demás.
Hablar de Don Gustavo Solórzano es como dibujar subjetivamente una sonrisa en el alma, así era el alegre, espontaneó y bromista, pero sobre todo, un hombre de fe.
Cada domingo, a pesar de sus años, se le veía asistir a recibir la Buena Nueva acompañado de su querida esposa, luciendo su habitual “sombrerito” que siempre fue una de sus costumbres.
Hoy mientras una pequeña caravana de vehículo integrada por sus más cercanos familiares hacía un alto en la que por muchos años fue su residencia, vecinos de su natal San José dieron el último Adiós al amigo, desde lejos, con lágrimas y un gran nudo en su garganta por no poder ni siquiera verle por última vez.

Minutos después con el sonar de campanas la caravana fúnebre hizo su recorrido para que Don Gustavo se despidiera de su segunda casa, el Templo Católico del Santo Rosario. Luego, su cadáver fue trasladado hacia el Cementerio Privado de esta localidad, allí donde quedará para siempre el recuerdo de una lápida con el nombre de otro gran ser humano que nos quita esta cruel pandemia.
Ese Virus del que muchos no creen y que solo quién lo vive en carne propia puede dar testimonio de su crueldad…ese que no da tiempo de despedir a nuestros familiares con decoro, ese que provoca ansiedad y dolor en su catorce días de mutación, el que nos aísla del amor y el cariño a nuestros seres queridos, ese que anda circulando por todos lados, el que miles no le paran bola, ese que nos ha quitado a centenares de amigos, familiares y vecinos.
Que en Paz descanse don Gustavo Solórzano
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