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Ojojona y su encanto natural

Ubicado a 31 kilómetros al sur de la ciudad capital, el municipio de Ojojona, Francisco Morazán fue fundada por mineros españoles en 1579.

Según sus moradores, su historia podría remontarse a fecha anteriores a la antes descrita cuando supuestamente fue habitada por un pueblo de la Etnia Lenca llamado JOXONE que significa ojo de agua o agua verdosa. 

En este pueblo el general Francisco Morazán fue hecho prisionero por las tropas del general Justo Milla y llevado a Tegucigalpa.

Con una serie de construcciones coloniales entre las que destaca la casa del célebre pintor Pablo Zelaya Sierra, edificada en 1723, restaurada hace algunos años y que hoy en día funciona como un museo local.

Se suma a esto la edificación de los tres templos católicos: San Juan Bautista (1803) la Iglesia del Carmen (1878) y la Iglesia El Calvario construida en 1898 por ciudadanos hondureños.

Ojojona es un municipio con una extensión territorial de 239.4 kilómetros conformada por ocho aldeas y 105 caseríos.

Un 70 por ciento de su superficie está cubierta por bosque de pino y roble lo que la convierte en un paraje de nuestro país con un fresco y agradable clima que le da la bienvenida a centenares de turistas que la visitan para disfrutar de su encanto natural.

A 15 kilómetros del casco urbano se ubican las bocaminas, primer mineral explotado por lo españoles en Honduras y que rememora la conquista y colonización de nuestro país.

Celebra dos ferias patronales: una el 24 de junio en honor al patrón del pueblo Juan Bautista y la otra el 20 de enero en conmemoración al Beato San Sebastián que sirve como marco a la fiesta del Guancasco.

Ojojona, en noviembre de 1996 fue declarada Monumento Histórico de Honduras.

En próximos reportajes conoceremos más sobre Ojojona.

Fotos tomadas en el año 2012 por Puerta al Sur

TEJADOS DE BARRO Y CALLES EMPEDRADAS

TESTIGOS DE UNA HISTORIA

Tejados de barro ennegrecidos por el paso de los años, contrastan con sus casas de adobe, las calles empedradas y su Iglesia de aspecto colonial rememoran los ancestros culturales de nuestra querida Sabanagrande ubicada a unos 45 kilómetros de la ciudad capital de Honduras, Tegucigalpa, departamento de Francisco Morazán. 

 

Conocida popularmente como la "Ciudad de las Rosquillas", Sabanagrande dejo de ser municipio mediante decreto del 20 de septiembre de 1993 emitido por el Congreso Nacional donde se determina que desde esa fecha sera considerada con el título de "ciudad".

 

Datos antiguos revisados en un documento municipal que data del mes de agosto de 1847, describen que para el año 1879 se compulsan dos títulos de tierra denominados Nuestra Señora del Rosario en el cual se relata que en 1750 se rematan estos lotes yermos y despoblados nombrados APAKUNKA que quería decir "Tierra de Pacones";  por lo que deducimos, que Sabanagrande surgió de la unión de los dos caseríos antes mencionados.

 

Investigaciones realizadas por "La Puerta Al Sur" detallan que en 1809 la familia Rosa realizó los primeros trazos de las calles de Sabanagrande y construyen el actual templo católico de estructura colonial. En 1809, Sabanagrande se convierte en Jefatura del Distrito con dominio de los municipios de Ojojona, La Venta del Sur, Santa Ana, Lepaterique y Armenia. 

 

En la actualidad, Sabanagrande ofrece un potencial enorme para el turismo nacional e internacional, aunque según sus pobladores, el mismo no ha sido apoyado por los gobiernos  estatales y locales de turno.

 

Su riqueza natural, sus bellos parajes, tradiciones, costumbres y su preciosa artesanía hacen de este bello lugar una tierra noble de hombres y mujeres que cada día enaltecen su nombre en busca de un mejor futuro.

 

En "La Puerta Al Sur" iremos dando a conocer cada una de las bondades de Sabanagrande y otros municipios cercanos.

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